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El boicot como herramienta para exigir responsabilidad social corporativa

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Introducción

En una sociedad cada vez más consciente de las problemáticas sociales y ambientales, las empresas tienen una responsabilidad social para con la comunidad. El concepto de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) surge como una forma de que las empresas vayan más allá de la obtención de ganancias y se comprometan con el bienestar de la sociedad y el medio ambiente. Sin embargo, no todas las empresas cumplen con esta responsabilidad y en ocasiones, es necesario que la ciudadanía tome medidas para exigir que se respeten los derechos humanos y ambientales en la producción de bienes y servicios. Una de estas medidas es el boicot a productos o servicios de empresas que no cumplan con su responsabilidad social. En este artículo, exploraremos el uso del boicot como herramienta para exigir responsabilidad social corporativa.

¿Qué es un boicot?

Un boicot es una medida de presión social mediante la cual se busca ejercer una influencia sobre una empresa o entidad que no cumple con determinados requerimientos socioambientales. La idea es presionar a la empresa para que cambie sus prácticas y se ajuste a los estándares éticos y ambientales. El boicot se ha utilizado en distintos momentos históricos para luchar contra la discriminación, el racismo, la violación de derechos humanos, y especialmente en este caso, en la lucha por la responsabilidad social corporativa. El boicot puede ser individual o colectivo y puede ser originado por distintos motivos. Sin embargo, en el contexto específico de este artículo, el foco estará puesto en los motivos sociales y ambientales.

¿Por qué hacer un boicot?

El boicot es una forma concreta de hacer que las empresas tomen en cuenta las preocupaciones sociales y ambientales de la sociedad. Cuando las empresas tienen una mala reputación en estos aspectos, sus ventas pueden caer y esto las obliga a cambiar su comportamiento. Un boicot puede ser la única forma de que las voces de la ciudadanía sean escuchadas y tomadas en cuenta. Las alternativas de expresión pueden ser limitadas y un boicot puede ser una forma efectiva de llevar adelante una lucha. Además, el boicot es una forma pacífica de lucha, ya que no promueve la violencia ni la destrucción y por lo general, no implica dañar a terceros.

Cómo hacer un boicot

El boicot puede ser una herramienta poderosa, pero para que sea efectivo, es necesario que se lleve adelante de manera organizada y enfocada. Los siguientes son algunos pasos a considerar antes de llevar adelante un boicot:
  • Identificar la empresa: El primer paso para hacer un boicot es identificar la empresa que se quiere presionar. En este caso, la empresa elegida será aquella que no cumple con sus obligaciones sociales y ambientales.
  • Investigar: Una vez identificada la empresa, es recomendable investigar cuáles son las prácticas que no cumplen con los requerimientos socioambientales, de forma de poder argumentar y convencer a otras personas de la necesidad del boicot.
  • Movilizar a otros: Es fundamental que el boicot sea colectivo y no individual. Es necesario movilizar a otras personas y organizaciones, de forma de generar una mayor presión sobre la empresa.
  • Alternativas: Antes de lanzar un boicot, es importante identificar alternativas a lo que se quiere boicotear. Si se va a boicotear una empresa que produce ropa, se debería investigar empresas que cumplen con los estándares ambientales y sociales.
  • Comunicar: Una vez que se haya decidido hacer un boicot, es fundamental comunicarlo a través de distintos medios: redes sociales, eventos públicos, medios de comunicación.
  • Perseverancia: El boicot puede no tener efecto inmediato y puede llevar tiempo que la empresa decida cambiar sus prácticas. Es necesario ser perseverante y estar comprometidos con la lucha.

Casos exitosos de boicots por responsabilidad social corporativa

El boicot ha sido utilizado en distintas ocasiones como herramienta para exigir responsabilidad social corporativa. A continuación, se presentan algunos casos de boicots exitosos:

Boicot a la empresa Nike

En la década de los 90, Nike fue objeto de un boicot por parte de activistas sociales que denunciaban las condiciones laborales en sus fábricas en Asia. Se acusaba a Nike de explotar a sus trabajadores al pagar salarios muy bajos y por imponer un ritmo de trabajo excesivo. El boicot logró un efecto importante en la empresa, ya que la mala reputación afectó sus ventas y sus acciones en la bolsa. Nike decidió entonces cambiar sus prácticas laborales y establecer un programa de responsabilidad social corporativa.

Boicot a la empresa Nestlé

En la década de los 70 y 80, la empresa Nestlé se enfrentó a un boicot global por parte de organizaciones sociales que denunciaban la promoción que la empresa hacía de la leche en polvo para bebés en países en vías de desarrollo. Se acusaba a Nestlé de promover el reemplazo de la lactancia materna, lo que aumentaba la mortalidad infantil en estos países. El boicot tuvo un efecto significativo en la empresa, que decidió cambiar sus prácticas de marketing y establecer un programa de responsabilidad social corporativa.

Conclusión

El boicot es una herramienta poderosa para exigir responsabilidad social corporativa. Cuando las empresas no cumplen con su responsabilidad, es necesario que la ciudadanía tome medidas y el boicot puede ser una forma efectiva de hacer esto. Antes de hacer un boicot, es necesario que se haga una investigación previa y que se identifiquen las prácticas que no cumplen con los requerimientos socioambientales. Además, es fundamental que el boicot sea colectivo y que se busquen alternativas a los productos o servicios que se van a boicotear. La persistencia y el compromiso son fundamentales para que el boicot tenga un efecto en la empresa. Sin embargo, como se ha visto en los casos presentados, el boicot puede ser una herramienta muy efectiva para que las empresas cambien sus prácticas y se comprometan con la responsabilidad social corporativa.